Por Martín Porcel de Peralta
El próximo domingo se realizarán las elecciones a gobernador en Río Negro y los dos candidatos que tienen mayores posibilidades de ganar están en sintonía con Néstor Kirchner. Son el actual gobernador, Miguel Saiz, un radical K que busca la reelección, y Miguel Pichetto, presidente del bloque de senadores del Frente Para la Victoria (FPV).
En la provincia, Kirchner pone a prueba la Concertación Plural –a la que representa Saiz- impulsada el año pasado. Sin embargo, al no poder detener las aspiraciones de Pichetto, un estrecho colaborador de Cristina Fernández en el Senado, se declaró prescindente. La postura se evidencia en los apoyos de funcionarios nacionales para uno u otro candidato.
De esta forma, en las últimas semanas, mientras Saiz recibía la adhesión de miembros del Ministerio de Desarrollo Social, encabezados por Jorge Ceballos, el ministro de Salud, Ginés González García, presentaba un plan de salud provincial junto a Pichetto. Ante las visitas de hombres del Gobierno, queda poco margen de maniobra para las otras seis listas que pelean por la gobernación.
En un escenario polarizado, los encuestadores Ricardo Rouvier, Zuleta Puceiro y Analía del Franco señalan que Saiz se impondría al candidato del FPV por una diferencia que va de los cuatro a los diez puntos. Sin embargo, Pichetto desconfía de las muestras y se aferra a un estudio de la Universidad Abierta Interamericana, que lo da ganador por cuatro puntos.
Si se cumplen los pronósticos de la mayoría de los estudios de opinión, el radicalismo retendría una vez más la provincia. En rigor, desde la vuelta de la democracia los radicales nunca perdieron la gobernación. El PJ estuvo muy cerca de arrebatarla en 2003, pero perdió por dos puntos. Desde las huestes de Pichetto consideran que el actual gobernador se alineó con Kirchner con el único objetivo de retener el poder, que sin la venia de la Casa Rosada tenía muchas posibilidades de perder.
Pero ésta no es la única acusación que le endilgan a Saiz. Además, lo cuestionan por haber rechazado varias veces la invitación a debatir en la campaña electoral. Allegados al mandatario provincial tampoco se quedan callados: le enrostran a Pichetto su pasado menemista y una supuesta política de poco diálogo y mano dura.
Más allá del resultado del domingo, la elección es otro ejemplo de una nueva forma de construcción política en las provincias, tras la crisis en la que están sumergidas las estructuras de los partidos políticos tradicionales. Para mejorar sus chances, los principales candidatos declaran afinidades y coincidencias con la Casa Rosada y hasta se pelean por mostrar alguna foto junto al Presidente.
jueves, 17 de mayo de 2007
Río Negro: Gane quien gane, ganará Kirchner
a la/s 11:52 a. m.
Etiquetas: Mundillo Político
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1 comentario:
Es una “VERGÜENZA” que pase esto y va ha seguir acaeciendo.
Venerable Argentina, donde estamos parados.
Un saludo, muy buen blogspot, desde Córdoba Isaías.
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