lunes, 6 de agosto de 2007

El maquinista ideal para el tren fantasma

Por MPDP

"El Alberto" busca emular "al Adolfo". El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, se posicionó muy bien para ser el candidato a presidente del
tren fantasma luego de la victoria de su candidata, la ex senadora Alicia Lemme, en las elecciones para intendente en la capital de la provincia.

La importancia política del triunfo radica en que el derrotado, Alfonso Vergés, es el actual intendente y -sobre todo- pertenece al espacio kirchnerista. Además, hacía 10 años que la capital era controlada por dirigentes opositores al proyecto de los hermanos todopoderosos.


El arrebato de la principal ciudad puntana que no era administrada por un dirigente a fin a la tradicional familia gobernante sirve, como si hiciera falta, para confirmar la segura reelección del Alberto en dos semanas. Sin embargo,
el excéntrico hombre amante del arte que pinta planetas imaginarios va por más: aspira a representar al peronismo disidente en octubre.

Sucede que este grupo conformado por ex presidentes y dirigentes variopintos no encuentra un nombre que sea atractivo para molestar el casi seguro triunfo que las encuestas le adjudican a Cristina Fernández. Sus aspiraciones son modestas. El objetivo es rasguñar unos cinco o seis puntitos que obliguen al oficialismo a ir a segunda vuelta. De conseguirlo, pretenden negociar sus votos con el
contendiente que dispute el poder pingüino en el hipotético ballotagge.

Pero Alberto no es el único que busca la bendición. Jorge Sobisch,
más allá de la muerte del maestro Fuentealba, también se siente en condiciones de representar a los peronistas anti K, pero tiene dos pequeños problemas: no es afiliado al PJ y no le va nada bien en los estudios de opinión. Ramón Puerta, quién si es histórico dentro del justicialismo pero tampoco mide, aceptaría la postulación sólo si tuviera algún tipo de apoyo de su amigo Mauricio Macri. Un pronunciamiento del jefe de Gobierno electo por algún candidato parece casi imposible mientras continúe enredado con el traspaso de la policía.

Así las cosas, el hermano menor del Adolfo parece el único que podría ser candidato a presidente sin que los electores huyan despavoridos por el espanto. De ahí a que lo voten hay un largo trecho. A ver si todavía se le ocurre
declarar otro default y después lo niega.

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