Después de interminables idas y vueltas, el culebrón que acaparó la atención de la política y los medios parece estar llegando a un final que todavía es incierto. La única certeza, por el momento, es que el posible romance entre Elisa Carrió y Ricardo López Murphy inevitablemente va a generar heridas y corazones rotos en ambos lados.
De parte de la candidata por la Coalición Cívica, un eventual acuerdo con el ex ministro de Economía y Defensa de la Alianza implicaría la ruptura con el sector del Partido Socialista que la apoya y con buena parte del ARI, el partido que fundó en 2001. Entre los que abandonarían el barco se encuentran el presidente del socialismo, Rubén Giustiani, e incluso el posible gobernador de Santa Fé, Hermes Binner. Entre las filas del ARI las bajas más significativas serían nada menos que la electa Gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, y el presidente del partido en la Provincia de Buenos Aires, Carlos Raimundi. Es que el acercamiento con el bulldog sería la gota que rebalsa el vaso entre las tropas de Lilita, sobre todo luego de la resistida incorporación de Patricia Bullrich (que obligó la intervención partidaria de Carrió en la Capital) y de Enrique Olivera, sumado a la polémica y poco exitosa alianza con Jorge Telerman.
Ante tantas posibles deserciones se impone una pregunta: ¿le conviene a Carrió cambiar el apoyo del ARI y del socialismo por el de Recrear de López Murphy? Y en caso de no concretarse el acuerdo, ¿seguirá contando con el apoyo de estos sectores como si nada hubiera pasado? Tal vez una de las explicaciones de este acuerdo radica en la promesa de Carrió de abandonar la política si pierde en las elecciones presidenciales. Por lo tanto, lo más importante para ella en este momento parecen ser los votos que le podría sumar López Murphy. Esto le permitiría superar los 20 puntos, despegarse de Lavagna en la pelea por el segundo lugar y así aspirar a un ballotage en caso de que Cristina baje de los 40 puntos.
El corrimiento de Carrió puede entenderse también por la lógica de la política de ocupar espacios vacíos. Ante la ausencia de Macri a nivel nacional y la débil de candidatura del bulldog, tal vez por centro derecha Carrió pueda sumar buena parte de sus adhesiones. Esta movida deja, a su vez, un espacio vacío en la centro izquierda no kirchnerista. Por eso no llama la atención la inmediata postulación del director de cine Pino Solanas, acompañado por el diputado de la CTA Claudio Lozano.
Lo que es seguro de esta novela es que no habrá un final feliz para todos. En caso de concretarse la alianza, López Murphy deberá romper con el macrismo y Carrió con buena parte del ARI y el socialismo. Y en caso de no concretarse, tanto escándalo mediático habrá sido en vano. El único logro habrá sido sembrar dudas en el frente interno de cada candidato, y generar una mueca de alegría en la Casa Rosada en un momento en el que no sobran las buenas noticias para el Gobierno.
De parte de la candidata por la Coalición Cívica, un eventual acuerdo con el ex ministro de Economía y Defensa de la Alianza implicaría la ruptura con el sector del Partido Socialista que la apoya y con buena parte del ARI, el partido que fundó en 2001. Entre los que abandonarían el barco se encuentran el presidente del socialismo, Rubén Giustiani, e incluso el posible gobernador de Santa Fé, Hermes Binner. Entre las filas del ARI las bajas más significativas serían nada menos que la electa Gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, y el presidente del partido en la Provincia de Buenos Aires, Carlos Raimundi. Es que el acercamiento con el bulldog sería la gota que rebalsa el vaso entre las tropas de Lilita, sobre todo luego de la resistida incorporación de Patricia Bullrich (que obligó la intervención partidaria de Carrió en la Capital) y de Enrique Olivera, sumado a la polémica y poco exitosa alianza con Jorge Telerman.
Ante tantas posibles deserciones se impone una pregunta: ¿le conviene a Carrió cambiar el apoyo del ARI y del socialismo por el de Recrear de López Murphy? Y en caso de no concretarse el acuerdo, ¿seguirá contando con el apoyo de estos sectores como si nada hubiera pasado? Tal vez una de las explicaciones de este acuerdo radica en la promesa de Carrió de abandonar la política si pierde en las elecciones presidenciales. Por lo tanto, lo más importante para ella en este momento parecen ser los votos que le podría sumar López Murphy. Esto le permitiría superar los 20 puntos, despegarse de Lavagna en la pelea por el segundo lugar y así aspirar a un ballotage en caso de que Cristina baje de los 40 puntos.
El corrimiento de Carrió puede entenderse también por la lógica de la política de ocupar espacios vacíos. Ante la ausencia de Macri a nivel nacional y la débil de candidatura del bulldog, tal vez por centro derecha Carrió pueda sumar buena parte de sus adhesiones. Esta movida deja, a su vez, un espacio vacío en la centro izquierda no kirchnerista. Por eso no llama la atención la inmediata postulación del director de cine Pino Solanas, acompañado por el diputado de la CTA Claudio Lozano.
Lo que es seguro de esta novela es que no habrá un final feliz para todos. En caso de concretarse la alianza, López Murphy deberá romper con el macrismo y Carrió con buena parte del ARI y el socialismo. Y en caso de no concretarse, tanto escándalo mediático habrá sido en vano. El único logro habrá sido sembrar dudas en el frente interno de cada candidato, y generar una mueca de alegría en la Casa Rosada en un momento en el que no sobran las buenas noticias para el Gobierno.
1 comentario:
Según publica Pagina K el domingo, esta alianza sólo sirve para asegurar el segundo puesto, ya que, según todos los encuestadores, gana Kris en primera vuelta.
Una pena
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