jueves, 24 de mayo de 2007

Más divertido que los Martín Fierro

Por Martín Porcel de Peralta

Propuestas, críticas e ironías. El debate entre los tres candidatos porteños tuvo todos los condimentos para mantener a los espectadores al frente del televisor. A diez días de las elecciones porteñas, Mauricio Macri, Jorge Telerman y Daniel Filmus discutieron sobre los problemas de la Capital y sus posibles soluciones, pero no faltaron los ataques y las chicanas.

Durante las dos horas que duró el programa “A dos voces”, los participantes repitieron sus fórmulas acerca de inclusión social, seguridad, educación, transporte, salud, tránsito, espacios públicos, viviendas y visión a futuro de la ciudad. Los tres tenían muy bien estudiado el libreto de sus discursos. En especial, Macri que cada vez que le tocaba hablar repetía lo que le indicaba Jaime Durán Barba, el famoso asesor ecuatoriano que lo aconseja.

Sin embargo, el líder del Pro trastabilló en su punto fuerte. Cuando le tocó hablar de la inseguridad dejó al descubierto su falta de conocimiento en el área. Primero se equivocó cuando afirmó que el gobierno porteño destina 900 millones en seguridad, dato contrastado con rapidez y reflejos por Filmus, que le recordó que ese monto lo aporta el Gobierno Nacional. Luego, propuso un banco de datos de ADN para identificar violadores, lo que fue aprovechado por el jefe de Gobierno para enrostrarle su relación con Jorge Sobisch y la política de mano dura.

La expectativa antes del debate giraba en torno al comportamiento del ministro de Educación, que si bien comenzó nervioso y dubitativo, demostró seguridad y conocimiento de cifras. Su talón de Aquiles fue la tan mentada autonomía, un tema que sus rivales utilizaron para reclamarle su condición de “títere” de Néstor Kirchner, y que los diputados del Frente para la Victoria no muestran intenciones de derogar la ley Cafiero en el Congreso.

Fue una lucha todos contra todos, y el ex compañero de Aníbal Ibarra también recibió varios golpes certeros. Si bien su papel eral el más difícil, empezó confiado, histriónico y mostrando un gran manejo de las cámaras. Con el correr de la contienda esa imagen se fue desfigurando, sobre todo, en el momento que Filmus le mostró las duras críticas que le dedicó a comienzo de año Enrique Olivera, su reciente compañero de fórmula.

Hubo idas y vueltas, propuestas y réplicas, momentos de risa y de tensión. Macri dejó al descubierto su cambio de discurso para atraer votantes de centro, Telerman pareció disfrutar el debate pero luego lo terminó sufriendo, y Filmus logró que la discusión no se polarizara entre los dos primeros, aunque fue de menor a mayor. Más allá de que el resultado pareció un empate, lo saludable es que se hayan prestado a la discusión y el intercambio de ideas. La democracia reclama que los políticos participen de este imprescindible juego.

La ribera “porteña” de Avellaneda

Jorge Telerman vivió el momento más incómodo del debate cuando Daniel Filmus mostró una publicidad del Gobierno de la Ciudad donde se enumeraban una serie de obras realizadas durante la actual gestión. Filmus lo increpó acerca de una de ellas, la referida al camino de la ribera. El jefe de Gobierno esquivaba la respuesta hasta que el ministro de Educación le gritó que la obra pertenecía al municipio de Avellaneda. La conclusión del candidato oficial no tuvo desperdicio: “O hacés publicidad con obras ajenas o le estamos pagando obras a otro municipio”, le espetó. Silencio stampa para el pelado

1 comentario:

mja dijo...

Muy buena tu nota Tin! Eso si, cualquier cosa hoy es dia es mucho mas divertido y productivo que los Martin Fierro!